Espectáculo-taller destinado a los alumnos de “Leer y contar para chicos”, materia del programa de formación integral en literatura infantil y juvenil “Dijo Alicia…”

Nuestro amigo Pep Durán, librero, trajinante de cuentos, maestro de narración oral en la hermana Escola d’Escriptura de Barcelona, vino desde Mataró, Cataluña, invitado por el 15 º Festival Internacional de Narración Oral de la Feria del Libro.
Y nos visitó en Casa de Letras.
Llegó con sombrero y dos valijas, y desplegó objetos y libros de todo tamaño y color sobre las mesas del aula.
Y entonces tejió frente a nuestros ojos siempre atentos, la fantasía y la realidad de los cuentos con que nos encantó, con su modo tan particular de trabajo y de búsqueda.  Asistimos conmovidos a un espectáculo, y a la vez a una clase magistral de narración oral.
“Lo importante no es contar, sino transmitir amor.
El que cuenta entrega su ser con la palabra. El que escucha encarna las palabras en su propio ser.
Somos cuerpo. Cuando no somos cuerpo no estamos aquí.”
¡Hasta la próxima Pep!

Juan Manuel Wolcoff y Vivi García, profesores de la formación en Cuento Oral, Pep Durán y Carlos Lutteral, director de Casa de Letras.

Juan Manuel Wolcoff y Vivi García, , Pep Durán y Blanca Herrera, directora de Casa de Letras.

Algunos comentarios de los alumnos presentes en la clase de Pep Durán:

“…nos traía entre sus palabras ese mensaje amoroso y genuino, ese mensaje que, cuando es sentido, ya no puede quedarse dentro de uno, porque es como un fuego que quema. Cuando quien recibe ese mensaje lo hace con el corazón abierto, inmediatamente lo reconoce como propio. Se da esa rara magia del encuentro y lo que surge es una profunda inspiración, una invitación a continuar ese encuentro, propagándolo.”

“…Lloré, me descostillé de risa, quise comprar todos sus libros y tener todos sus juguetes. También deseé ser capaz de transmitir mis emociones con esa intensidad y simpleza. Me di cuenta de que todo es una herramienta para transmitir sensibilidad y todo lo que hago es buscar la mejor forma de justamente darle forma. Ciertamente, Pep encontró su manera de comunicarse y llegar a otros. Y eso impulsó más mi búsqueda… Hoy soy una esponja que absorbió las historias de Pep, mañana no sé.”

“…Pasó España, caminé por sus calles. Recorrí las estanterías de sus librerías y soñé. Soñé con hadas, con piratas, con animales y con mis padres.
Llegué hasta la luna y me encontré con Caperucita en el camino.
La magia me transportó a ese universo maravilloso de historias y relatos que encierran los libros. Un momento único y una vitamina al corazón.”

“Se presenta como hombre, como niño, como ingeniero, como pirata. Lo preceden valijas, vacías y cargadas de libros, de objetos que se metamorfosean. Hay una energía que ingresa sin derrumbar ni golpear ni pedir…  Me llevó a un lugar, un espacio, un momento dentro de mí.  No es mi niñez lo que me evoca, es "la niñez", la belleza, la ternura.  Viaje en el mundo de los procesos y los cambios cuando Caperucita, el lobo y la abuela, todos, podrían salir de diferentes capas de un muñeco que aferraba su mano.  Y de repente lo que esta en su mano es lo mismo que está en el libro ¿cómo hace? ¿acaso también es mago?   Sostiene la mirada, el abrazo, introduce los cinco elementos... Librero, descubre son sencillez y humildad.
Lo que sentí, precisamente lo que sentí, es una cabalgata a un mundo que no tenía, al que ese día llegué y del que ya no vuelvo.”

La visita de Pep fue un regalo inesperado.
Además de disfrutar la narración como la disfrutaría un niño, me gustó dejarme llevar por sus reflexiones acerca del amor incondicional, especialmente el de la madre.
Y sobre esa necesidad que tenemos todos de querer y de ser queridos.
Fue una experiencia muy profunda y trato de reencontrarla dentro de mí desde entonces.
La exposición de los objetos me despertó una gran expectativa, que no se cerró de modo absoluto: muchos permanecen enigmáticos ya que Pep no los utilizó. Y eso es bueno, el misterio y la magia continúan.
Como estoy aprendiendo a narrar, la ingenuidad infantil no se pudo mantener mucho tiempo. Escuchaba y me daba cuenta de cómo Pep aprovechaba las pausas, los libros álbum, el sombrero, etc.
Fue muy grato estar allí y nunca lo olvidaré. En serio.

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